sábado, 14 de abril de 2012

Del grano de plata al bit

Desde los inicios de la representación, el cuerpo ha sido un enigma por descubrir. La humanidad y muchas otras especies conocemos nuestro alrededor a través de los sentidos. Nuestros sentidos son el vínculo entre lo exterior, los que está fuera del envase que nos contiene, con el interior, que es todo el caudal de sensaciones y reacciones generadas por los estímulos del ambiente en donde nos desarrollamos, o explicado de otra manera:
El cuerpo es en sí mismo es una imagen alrededor de otras imágenes, de hecho es un muy especial tipo de imagen que Bergson llama “centro de indeterminación” el cual actúa como un filtro creativamente seleccionando facetas de imágenes  del flujo universal de acuerdo a sus propias capacidades, entonces, el cuerpo es una fuente de acción en el mundo de las imágenes, substrayendo de entre influencias externas esas que son relevantes para sus propios intereses. Bergson llama a tales apartados de imágenes “percepción”1
En el caso de la especie humana hay  algunos sentidos que predominan sobre otros, como el de la vista y el oído, que para nosotros son más básicos que el del gusto, el olfato y el tacto[1].Lo que nos lleva reflexionar, nuestro cuerpo es un medio, el cuerpo recibe información, la codifica a su manera, por medio del automatismo, que son las funciones del cuerpo que no se controlan conscientemente, y desde luego por medio de la consciencia. Así como también puede ser un receptor, de igual manera éste manda información, un ejemplo muy claro es cuando  la temperatura de tu cuerpo se eleva, es una indicación de que hay algo que no va bien en su sistema.
 Nuestra forma de sentir y de medir los fenómenos que ocurren dentro del cuerpo y a su alrededor han sufrido cambios, a raíz del surgimiento de nuevos medios de representación, un ejemplo es la fotografía, al principio, con los descubrimientos sobre la fijación de la imagen de Daguerre, parecía que ésta nueva forma de captar imágenes suplantaría a la pintura por su indudable mimesis de lo que es palpable:
Si pensamos en la peculiaridad con la cual un objeto es reflejado en un espejo es reflejado en un espejo, vamos tan cerca de la realidad como de cualquier otro significado. El daguerrotipo es infinitamente más preciso que cualquier pintura hecha por manos humanas.2
Tal pareciera que el autor de estas líneas tuviera en cuenta el gran avance en cuanto a la representación, pero que también tomaba en cuenta, aunque no de manera directa, que éste nuevo descubrimiento podría ir mucho más allá de la representación de la realidad. Él advierte el cambio que sufrirían los medios y el cuerpo, al señalar  la existencia de un dispositivo que puede captar con mucho más exactitud nuestro entorno que cualquier trabajo hecho por la mano del hombre. Aquí estamos frente a un cambio drástico de percepción, porque a partir de ese momento se pueden hacer imágenes sólo con el uso de la mirada, en vez de usar pigmentos y un instrumento para adherirlos al lienzo, se usan otros compuestos como la plata, el mercurio y el yodo que son adheridos a una placa y la inclusión de un proceso químico que reacciona con la luz. El daguerrotipo tiene una cosa en común con la pintura, que es la carencia de reproductibilidad, son piezas únicas. Al contrario, la imagen digital adquiere la característica de ser reproducible a un nivel global y por tanto también se vuelve accesible a cualquiera que tenga la disponibilidad de un ordenador electrónico:
Siguiendo su digitalización, la imagen no puede ser considerada como un objetivo y fijo punto de vista sobre la realidad…desde ahora es definida precisamente a través de su casi completa flexibilidad y accesibilidad, su base numérica y constitución de virtualidad.3
 a causa de esto, la imagen  ha perdido credibilidad y quizá importancia, en primera instancia la facilidad de ésta de poder ser transferida en cualquier forma alrededor del mundo y ser reproducida cuantas veces sea necesario, han provocado un flujo de imágenes que viaja a través de la red mundial, que impone un reto muy difícil de superar a la fotografía. hoy en día casi cualquier persona puede tener acceso a una cámara digital, conectarse a internet y compartir una imagen.La fotografía al enfrentarse a la era digital, e incluso mucho antes de pasar del grano de nitrato de plata a los bits, adquirió la misma subjetividad que la pintura de finales del siglo XIX  con respecto a la representación de la realidad. Con la tan nombrada era digital, la fotografía, incluso la imagen, ha perdido toda corporeidad al tener la capacidad de  ser manipulable y estar sujeta a cualquier cambio. Ya no podemos seguir considerándola como si funcionara como un espejo que refleja el mundo. Se convierte, como lo ha sido la pintura, en una ilusión creada, una opinión refutable y su veracidad es desconfiable.

1.Mark B. N. Hansen. New philosophy for New  media
2.Edgar  A. Poe. The daguerreotype 1840 http://xroads.virginia.edu/~hyper/POE/daguer.html
3.Mark B.N, Hansen. New philosophy for New  media



[1] Aquí se hacen presentes dos nuevos términos que tienen que ver con la manera en que aprendemos y hacemos relaciones con los demás. Estoy hablando del ocularcentrismo, que es la ventaja que tiene el sentido de la vista sobre los demás sentidos y la háptica que es todo aquello referido al contacto, y en un sentido menos estrecho el sistema háptico se define como “la percepción del  individuo del mundo adyacente al cuerpo mediante el uso de su propio cuerpo” ver